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martes, 1 de febrero de 2011

El transNoir llega a las Casas Ahorcadas


Llevo largo tiempo reflexionando sobre un asunto, que me preocupaba particularmente.
 A ver, chaval- me decía- si Chandler te aburre y prefieres los pastiches al canon holmesiano, ¿por qué demonios te encanta el género negro? Y la conclusión a la que he llegado, tras darle más vueltas que el pensador de Rodin, ha sido que soy un gran amante del Noir, pero más aún del Transnoir, de autores como Joe Álamo.
Escritores que, siguiendo la tantas veces citada máxima de Vázquez Montalbán, conocen tan bien las reglas del género, que se pueden permitir saltárselas. Tan promiscuos y eclécticos literariamente, que prefieren hacer combinaciones a priori inverosímiles, provocando que los puristas pongan el grito en el cielo, y aquellos que tratamos de dejarnos los prejuicios en las solapas, disfrutemos ante tal despliegue de imaginación y creatividad.
Y J. E. álamo es un claro ejemplo de ello. Mientras El Enviado supone un intrincado rompecabezas narrativo en que ha de ser el lector el que, como en las películas de Tarantino, sepa dilucidar el orden en que transcurrieron los acontecimientos, ora fantásticos, ora apocalípticos, es en Penitencia, donde la negritud tiene más protagonismo, con un terrorífico asesino en serie de los que crean escuela.
Y tengo el sumo placer de anunciaros que este mismo viernes, a las 6 de la tarde, J. E. Álamo visitará Las Casas Ahorcadas, sitas en el tercer piso de  la biblioteca Fermín Caballero, para presentar ambas novelas, y que, por supuesto, estáis todos invitados.
Además, al concluir el evento, la organización (osea, un servidor) en un alarde de generosidad sin parangón, invitará  a un agua a todos los asistentes.
Del grifo, of course.

7 comentarios:

J.E. Alamo dijo...

Tap water? Man, am I happy!!! ... ;-)

Anónimo dijo...

Del grifo? No estará envenenada?

J.E. Alamo dijo...

No, más bien "encantada".

M.G Villarrubia dijo...

Uff, ya me imaginaba yo a travelos detectives, con gabardina y tacones talla 46. Hay que tener cuidado con el transNoir, es un término difuso.

Por cierto, que (mala, porque estan chalados) suerte teneis de recibir a autores como J.E. Álamo y de tener a alguien como Sergio que se preocupa por organizar esas cosas y tener contactos. Yo os odio, porque no vivo en la ciudad de las casas ahorcadas y no puedo ir.

Y encima poneis agua del grifo, que exquisitos.

HadaTraviesa dijo...

Llego hasta aquí de la mano de mi hermana Eve porque juro que si no es por ella no habría sabido llegar. Y con el miedo que me dan a mi estas cosas de crimenes, la muy pedorra me ha dejado sola en la puerta de estas casas ahorcadas, así que, querido Sergio, he tenido que entrar yo solita. Te juro que casi me desmayo al ver ese zarajo crudo buagggggg!! y para colmo un trozo de alhajú caduco a empezado a soltarme improperios porque le pise sin querer una almendra, del resoli mejor ni hablo, jejeje.
Ahora te llevo a un huequecito de mi blog de la biblioteca de Buendia, no sin antes decirte que me das mucha envidia sana por conseguir la visita de J.E Alamo para tu Club de Lectura.
Por cierto, tú no tendrás por ahí escondido algún escritor que quisiera venir a visitar la biblioteca de Buendia y compartir sus experiencias literarias con mi Club de Lectura???
Te mando un saludo grande con mucho cariño.
Voy a ver si encuentro la salida sin que alguien me ataque, jejeje.
Besos

Ana

HadaTraviesa dijo...

La h que puse en alajú va en la a (del verbo haber) siguiente que me la comí ... juro que tenía alguien a mi espalda y me estaba poniendo nerviosa, jejeje.
Más saludos

Anónimo dijo...

Hola Ana,qué valor presentarse así solita por las casas ahorcadas...ten cuidado,las bibliotecarias corren mucho peligro...se de lo que hablo
La novia cadáver