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miércoles, 20 de junio de 2012

And the Black Tormo goes to....

Después  de la votación más reñida de la historia de los premios literarios (ríete tú del Nobel y el Príncipe de Asturias), con 23 negritos encuestados y empate técnico hasta el último voto (cuya identidad permanecerá en el anonimato para evitar represalias pastelosas), me complace comunicar que el Tormo Negro 2012 es para….
(1….2….3 segundos de silencio para hacerme sentir importante y mosquear al personal).


                                                      ¡Tom Z Stone, de Joe Álamo!

Y para celebrarlo…. ¡Joe ha prometido hacer la presentación mundial (siempre he querido decir algo así) de su segunda parte cuando venga a recibir el galardón!
Y ahora, si el ganador quiere decir unas palabras….ahí están los comentarios.

jueves, 7 de junio de 2012

Tormo Negro 2012: Round 1.


¡Ah de la tribu!
Con más de un 80% de los votos escrutados (y sólo cuatro negritos que no saben no contestan, y un paradójico voto en blanco), los resultados de la primera ronda del Tormo Negro 2012, en riguroso orden decreciente (esto es transparencia, y no lo de nuestros políticos),  son los siguientes:

  1. Revancha: 14 votos.
  2. Tom Z Stone: 11 votos.
  3. Letal como un solo de Charlie Parker: 7 votos.
  4. La felicidad de los ogros: 6 votos.
  5. El país de los ciegos: 5 votos.
  6. El valle de las sombras: 4 votos.
  7. A timba abierta: 4 votos.
  8. Pálido criminal: 4 votos.
  9. El atentado: 3 votos.
  10. Mala hostia: 2 votos.
  11. El chef ha muerto: 2 votos.

Así pues, me complace comunicar que los finalistas del Tormo Negro 2012 (joder, esto parece el Gran Negrito), son:
-         Revancha, de Willy Uribe.
-         Tom Z Stone, de  J. E. Álamo.
Como sabéis, la segunda vuelta se llevará a cabo el próximo 15 de Junio, durante  la cena de fin de curso. Si algún negrito no puede asistir,  pero quiere ejercer su derecho a voto, no tiene más que  hacérmelo llegar por correo (electrónico).
Y si no habéis leído alguno de los dos…. ¿a qué estáis esperando?

domingo, 3 de junio de 2012

El Un buen lugar para reposar, las Ahorcadas.


Gijón, verano de 2009. Mi primera Semana Negra, mi bautizo en el género. Hace calor, y, lamentablemente, como en muchas presentaciones, hay más gente sobre la tarima que frente a ella. Pedro de Paz, Óscar Urra, Juan Ramón Biedma y algún que otro etcétera que no recuerdo departían animadamente sobre “La lista negra”, una antología de relatos criminales compilada por los directores del congreso de Salamanca con textos de los mejores autores surgidos dentro de nuestras fronteras tras el cambio de siglo. Una obra imprescindible que, as usual, terminó en mi maleta, y que a la postre se convirtió en una valiosísima guía de lecturas durante los meses que siguieron.


Y tras la rueda de reconocimiento, dos sospechosos me llamaron especialmente la atención: la inclasificable Laura Fernández (¡a la que espero conocer en la SN de este año!) y un tal Luis Gutiérrez Maluenda, con el que, por mediación de un amigo, entablé relación epistol@ar hace un año, y al que finalmente pude abrazar hace diez días cuando lo recogimos de la estación tras no pocos quebraderos de cabeza.

Mas, como a todos los cuervos les llama la atención la ciudad del crimen, en vez de poner rumbo a la Casa de la Cultura, nos dirigimos al Parador para una breve pero intensísima caminata jodesiestas y mata personas, Plaza Mayor arriba, camino de las Angustias abajo, salpicada de fabulaciones del mío páter disfrazadas de datos históricos e infinidad de comentarios jocosos marca de la casa que habrían hecho palidecer al mismísimo Atila.



Y entonces sí, tras tomarnos un respiro y un chato de agua en la fuente del abanico, echamos a andar en dirección biblioteca para llevar a cabo el encuentro. Un encuentro notablemente menos concurrido que en otras ocasiones, pero tan agradable como el que más, gracias al ingenio derrochado por Maluenda, que tan pronto tildaba de venganza secular a la novela negra sueca (verídico) como especulaba con una probable visita de la reina de Inglaterra (¡lo juro!),  con una envidiable mezcla de erudición literaria y sentido del humor que cautivó al respetable y al impresentable del presentador.



En cuanto a la tribu, especialmente memorable anduvo Luis, cuya analogía entre Atila y Roberto Alcázar y Pedrín prometo no caerá en saco roto (¡vete preparando para la cena!), y nuestra inimitable Juana de Arco, que supo descifrar las viñetas bajo los párrafos de la novela.


Otra jornada para el recuerdo, en definitiva, otra razón para seguir luchando contra la crisis por mantener el  club a flote el curso que viene.

Una jornada que Maluenda prometió repetir cuando su originalísima “Fiesta” llegue a las estanterías el año que viene.



Recemos porque los mayas fueran de letras.